Pablo Zelaya Sierra (1896-1933) fue un pintor hondureño. Siendo niño se unió a un grupo de titiriteros que recorrían los pueblos dando funciones. Sin realizar los estudios escolares elementales, decidió ser pintor. Estudió, en forma breve, pintura en Honduras y, luego, en Bellas Artes de Costa Rica. Al ganar una beca, viajó a España y completó estudios en la Academia de Bellas Artes de Madrid. La casi totalidad de su obra la hizo en España, donde permaneció durante veinte años. A los cinco meses de regresar a Honduras, murió antes de los cuarenta años.
La obra de Zelaya Sierra tiene diversas características que configuran un arte modernista con aspectos regionales. Dando prioridad a los aspectos estéticos, las figuras se inclinan a cierta idealización. Los temas sociales y costumbristas son habituales en sus pinturas. Ha sido uno de los artistas plásticos de mayor influencia en el arte de su país.
Entre sus pinturas se destacan Hombres contra hombres, una referencia, casi un reproche, a lo sucedido en la guerra civil hondureña de 1924; y La muchacha del huacal, en el que la chica parece absorta en sus pensamientos, sosteniendo el recipiente sin hacer alguna cosa con él y, a la vez, como ajena a la mirada del espectador.