Edith Kiss, nacida como Edith Rott (1905-1966) y conocida en Hungría con el nombre Bán Kiss Edit, fue una pintora húngara. Sobre todo, escultora, Kiss estudió en las academias de arte de Budapest y Düssendorlf.
Al comenzar a exhibir en Hungría, se casó con Tivadar Ban. Esto sucedió antes de la segunda guerra mundial. Al comenzar el conflicto, Kiss fue arrestada y condenada a realizar trabajos forzados. ¿La razón? Los nazis habían invadido Hungría y ella era judía.
Poco
después, fue deportada al campo de concentración de Ravensbrück. Un año antes
de terminar la guerra, la llevaron a la fábrica Daimler-Bentz para trabajar de
manera forzada en la fabricación de motores de aviones para la Lufwaffe.
Cerca del
fin de la guerra, fue devuelta a Ravensbrück, donde se la envió a una marcha de
la muerte. Esto significaba llevarlo por caminos, junto a otros judíos, sin
comida y sin ayuda, custodiada por soldados nazis que esperaban que todos
murieran en el trayecto. Aunque era una violación a todos los acuerdos
internacionales sobre el trato de prisioneros, no era el caso: los nazis no
consideraban a los judíos como personas, de modo que no tenían derechos.
Edith con su amiga la fotógrafa húngara Agnes Bartha lograron escapar. Recorrieron cientos de kilómetros, fueron violadas por los soldados rusos y pudieron llegar, desde Alemania, a Budapest.
Terminada la guerra, se divorció y se casó con Sándor Kiss, con el que vivió en Londres, Marruecos y París. Enviudó, trabajó en la clínica de Anna Freud, en Londres. Viajó a París y se suicidó en un hotel.
Sus
pinturas esenciales forman parte de una serie en la que refleja diferentes
momentos de lo que sucedía en el campo de concentración. Las pinturas están
realizadas en guache y, a pesar de la dramaticidad que tienen, fueron exhibidas
sin mayor repercusión. Recién en los comienzos de la década de 1990 fueron
redescubiertos.
La compañía
Daimler-Benz organizó, en su homenaje, una exposición con sus obras. Publicidad
para la empresa, mostrando su aprecio por una judía. La realidad es que
Mercedes Benz (como es más conocida por su mejor y famoso auto) explotaron sin
ninguna piedad a miles de mujeres hambrientas y enfermas para obtener enormes
ganancias vendiéndoles armas y vehículos a los criminales nazis.