Título: La dama de Shalott
Técnica: Óleo sobre lienzo
Tamaño: 153 cm x 200 cm
Año: 1888
Ubicación: Tate
Waterhouse crea un tipo distinto de belleza femenina idealizada que resulta dominante en su trabajo. Él es el más conocido de los artistas que desde la década de 1880 revivieron los temas literarios que popularizaron los prerrafaelitas. Pero no usa la técnica de los prerrafaelitas sino que adopta fondos como bloques de color, pinceladas amplias en los accesorios, y una concepción más próxima a Jules Bastien-Lepage. En este cuadro, la imagen se corresponde con el poema de Tennyson, "The lady of Shalott". Elena, la dama de Shalott, es encerrada en una torre acusada de brujería. En su encierro, pasa el tiempo tejiendo escenas de Camelot. Una voz le susurra que la espera una maldición si vuelve la cabeza mirando hacia Camelot. Todo su contacto con el mundo es a través de un espejo que refleja lo que sucede en el exterior, especialmente, en Camelot. Un día, ve, reflejado en el espejo, al caballero Lancelot. Sin poder contenerse, pérdidamente enamorada gira la cabeza y mira por la ventana hacia Camelot. De inmediato, la maldición cae sobre ella, el espejo se rompe y las telas vuelan por el aire. Con desesperación. Elena busca una barca y va hacia Camelot, donde morirá. El momento de Elena en la barca es el que pinta Waterhouse. Pero, en vez, de una bruja terrible, la dama de Shalott se ve como una chica indefensa, vestida con una ligera túnica blanca, llevando sus tejidos en los que están las historias de "Los Caballeros de la Mesa Redonda".